I'm back

2022, 10 de Abril.

Una vez más por acá, después de días que parecían no tener fin. De días tan largos que parecían no terminar y sobre todo, de noches tan llenas de pensamientos, soledad y llanto. Había dejado de escribir por que había perdido mi norte por completo, pase por varios estados; desde tristeza, dolor, sufrimiento, enojo, odio, rencor, vacío, una muerte espiritual y una perdida de mi mismo.

No negaré que aún me sigue doliendo, de vez en cuando hay personas o momentos que me hacen recordar todo, el volver a leer lo que escribí para poder revivir esos días. En ocasiones llego a mirar hacía atrás y pareciera que es la vida de alguien más visto a través de mis ojos. Hay veces que estoy tan cargado emocionalmente que colapso, solo llego a casa y trato de estar solo, pongo canciones que me ayudan a remembrar todo y simplemente me dejo tirar, he llorado a más no poder. Quise escribir antes, pero aún no podía, tenía un bloqueo que me impedía hacerlo. 

He hablado con mi familia de ello, había podido descargarme con ellos. Me escuchaban y los escuchaba, entre nosotros nos lamiamos las heridas. Cuando tuve que volver al trabajo, pensé que había superado un poco todo, pero llegó el día que tuve que hablar desde lo más profundo de mi y al hacerlo, volví a romperme. Que tan equivocado estaba al creer que podía hablarlo ya con más tranquilidad. Ya han pasado un poco más de seis meses de aquellos días y diciendo la verdad, aún sigo con ese shock de esos días. El no poder asimilar que había pasado y las circunstancias. La soledad que volví a experimentar y que experimentamos todos. El no saber si se había hecho lo correcto, si pudimos haber hecho más. Al día de hoy me aferro a que fue así, no estábamos preparados y al día de hoy, al regresar la vida atrás, analizo brevemente todo y no soy capaz de discernir aún. No aún.

Escribí que pase por muchos estados en tan poco tiempo. Queda en mi mente el tener que estar velando el cuerpo y estar en videollamada dando clases. No hablé con nadie respecto a esto, solo notifique lo que había pasado, por si en algún momento me ausentaba. En mi corta vida me han enseñado a ser responsable, durante mi infancia, mi mamá me inculcó a siempre cumplir, ir a la escuela aunque estuviera enfermo. Recuerdo que solo llegué a faltar por causas mayores, situaciones que no me permitieron ir, solo que son contadas con los dedos de una mano y la verdad, sobran la mayoría de esos dedos para contar. Aún cuando ha sido por dolor físico, de alguna parte de mi, he estado al pie del cañón, por qué al final del día: "El show debe continuar". Aunque esa mañana y las demás que siguieron, yo estaba presente, no tenía cabeza para nadie más. Se me permitía no estar, comprendían mi situación y preferían que no estuviera. Pero tenía un compromiso y al día de hoy lo sigo teniendo. No espero que la vida me recompense, ni nadie me diga un "Lo hiciste bien, hiciste lo correcto". Esa recreación de estar así frente a un féretro, no poder decir que pasaba. Solo por el hecho de cumplir y no más.

Claro que después con el tiempo pude y me atreví a decir el por qué. no tanto por que quisiera, sino por que necesitaba desahogarme y de momento, no tenía a nadie con quien más hacerlo. Se los he dicho a quienes estuvieron, quizás la circunstancias hayan hecho que estuvieran ahí, no se si por que quisieran o por que tenían que estar, pero estuvieron y eso es lo que alentó a estar ahí. Sin más, el día de despedirme, por mientras de ellos, me solté a llorar al decir lo que había pasado. Es curioso por que al ser profesor tienes en mente tantas ideas, una de ellas, No llorar frente a tus alumnos. Ese día poco y nada importó. 

Lo peor o lo mejor, es que no había descanso, terminó un grupo de su cuatrimestre y comenzó otro su semestre, no hubo tregua, fue aventarse al ruedo sin saber que seguía, con el dolor en carne propia, con los recuerdos nublando mi cabeza, con tantas lágrimas aún recorriendo mis ojos. Recuerdo esa mañana en especial, por que termine de despedirme un viernes y el lunes tenía que volver a estar "presentable" para ellos, aunque fuera en línea. Con todo el dolor que tenía por aguantarme, activé el micrófono y trate de sonar tranquilo, sin que nada hubiera pasado, sin sonar roto.

Aún sin poder asimilar y dimensionar todo lo que había pasado, llegó una etapa conocida. El ver hacia mis costados, hacía mis alrededores y no había nada. Una ves más estaba solo, tantos compañeros, alumnos, ex alumnos, "amigos", gente que he apoyado y he escuchado cuando lo han necesitado, tanta gente a quien di y estuve con ella, me habían dejado solo. Solo tenía a mi familia, pero estaban viviendo el mismo dolor, como podía desahogarme con alguien, quien podía oírme. Así empezó mi enojo, rencor, odio y resentimiento contra todos. Llegaba a ver a la gente haciendo sus cosas normales y solo detestaba el hecho que me pidieron ayuda o platica en su momento y no estaban ahora para mi. Tenía poco y lo poco que tenía se los llegaba a dar. Ahora que yo necesitaba, que realmente estaba padeciendo por algo importante, no estuvieron. Me cerré por completo y no quería saber nadie más de nadie. Estuvimos solo mi pequeña familia y yo en esto, si querían que uno fuera realmente como ellos, lo tendrían. Corté relaciones con todo mundo, las únicas personas con las que llegué a tener algún tipo de acercamiento fueron mis alumnos en turno. Solo por el hecho que tuvieran dudas o quisieran preguntarme algo de la clase. No más.

Fueron varias semanas de odiar a todos, de reprochar el por qué me dejaron solo. Así como llegó, así se fue yendo poco a poco. No podía darme el lujo de perder mi tiempo con ellos así. Si hay algo que puedo decir que entendí y aún estoy en proceso, aplicando lo más que puedo a cada día, es vivir solo por el día de hoy. Decir lo que siento al momento, sea bueno o malo. Sin preocuparme por el mañana o lo que vendrá. 

Lo he dicho en varias ocasiones, puedo tener organizado mi trabajo, no tan organizado como antes y menos desvivirme por gente que no le importo como persona. Solo dejo que llegue un siguiente día, si es que llega. Si llega, solo dar gracias y ver que nuevo toca aprender. Sea bueno o malo. Ya veo los días no simplemente como buenos o malos, deje de ver la vida a través de los demás, si llega a pasar algo malo, ya todo el día es malo y viceversa. Hoy se que son momentos, habrán de todo tipo y muy variados, solo me queda vivir cada uno de ellos. 

Tenía varios meses sin escribir algo, en mi mente he recreado algunos escritos que estaré haciendo más seguido. Han pasado muchas cosas y quiero tenerlas para después, para vaciar mi cabeza y no tener tanto en ella. Sin más, di mi salto de fe, confíe y deje de preocuparme tanto, solo vivir más y disfrutar de esos pequeños momentos. Apreciar los buenos y atesorar los malos, que ayudan a que los buenos sean realmente muy buenos.

Sin más, Josué reportándose. Cambio y fuera.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sueño contigo

Ruth

Solo dos extraños