Primera línea

Sé que en ocasiones hablo del ejercicio, hoy no entraré en detalles del por qué inició todo, como fue que inicie y como es que me mantengo aún. No tantos números y cosas que escribiré después; de mi condición, de las repeticiones que hago, de las horas invertidas en mi.

Solo quiero escribir que no ha sido por presumir o por gustarle a alguien más. En varias ocasiones difíciles que pasamos no hubo nadie quien me brindara su ayuda o apoyo, en términos monetarios y en apoyo emocional. Si me enferme me tuve que levantar por mis propios méritos y con los cuidados de mi familia. Así ha pasado desde que tengo memoria y es una de las razones, sino que la razón principal, del por qué procuro mantener mi cuerpo saludable y lo más seguro posible.

Si algo he aceptado es que soy cabeza de familia, que mis fuerzas no se comparan con las de nadie más: cargar más, soportar más y dar aún más de mi propia resistencia. Todo esto ha sido física, emocional y mentalmente. En ocasiones tambaleo, como todos. Pero doy lo mejor de mi en cada situación.

Si alguien de mi familia se enferma, soy el primer ofrecido para donar sangre o lo que necesiten de mi, por qué muchas veces tuvimos que arreglárnoslas como podíamos; en las operaciones de mi mamá, en las demandas en el MP, en los entierros de familiares, en no tener dinero para comer y solo llenarnos con agua para calmar el hambre. 

Yo no tengo amigos y pedir ayuda a los demás simplemente no soy yo, nos dejaron tanto tiempo solos que tuvimos que aprender a hacer de todo y no depender que alguien lo hiciera por nosotros. Cuando se trata de cargar, de estar al pendiente de medicina, estoy ahí como primer línea y la que da soporte para todos. Sonará muy individualista pero así tuve que aprender por eso es que me cuido. A pesar que tengo tanto sueño en las mañanas y no quiero entrenar, que estoy cansado o que me duele el cuerpo. El darlo por mi y mi familia me hace levantar, por qué cuentan conmigo y yo cuento con ellos.

Vuelvo a escribir algo que dije hace poco, "Hay pocas cosas que necesito, pero esas pocas cosas que necesito, las necesito y mucho". Posiblemente muera solo, nadie venga a mi funeral o entierro, he manejado esa posibilidad en mi mente y no me da miedo la soledad. Durante mucho tiempo la pasé así en mi niñez y hoy no me hace falta estar rodeado de muchas personas para ser feliz o estar bien. Solo están las personas que tienen que estar, no más y no menos. 

Me aferro a seguir avanzando, aventarse como el borras "A lo puritito pendejo", ser quien soy; fácil y sencillo.

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